Los neumáticos son un componente extremadamente importante en el vehículo. Debido a que son el único elemento que está en contacto con el suelo, tienen una implicación dentro de la seguridad al volante fundamental. Mantenerlos en buen estado debe ser una prioridad desde el primer momento en que se adquiere un vehículo.
Por esto, en este artículo vamos a explicar algunas consideraciones a tener en cuenta para garantizar la seguridad durante la conducción. Todas ellas por separado o en conjunto pueden suponer riesgos en el frenado, la adherencia, etc.
Banda de rodadura
La banda de rodadura es la parte exterior que rodea el neumático. Al estar en contacto con el suelo, su función principal es dotar de adherencia al vehículo. Las partes que la componen son:
- Bloques: es lo que compone la banda de rodadura. Tienen como función garantizar la buena tracción del neumático.
- Costilla
- Surcos: espacios entre los bloques con diferentes formas, patrones y tamaños.
- Láminas: son surcos pequeños que se crean entre los bloques de la banda.
- Hoyos/hoyuelos: aparecen en algunos neumáticos con la función de enfriarlos mejor.
Para comprobar lo milímetros de la banda de rodadura lo ideal es utilizar un calibrador de profundidad. Sin embargo, puedes hacerte una idea de la situación de la profundidad del desgaste colocando verticalmente una moneda de un euro. Hay que tener en cuenta que los neumáticos no se desgastan uniformemente, por lo que es importe hacer estas mediciones en varias zonas desde el exterior hacia el interior.
Fecha de caducidad
Todos los neumáticos tienen una fecha de caducidad. El problema lo encontramos en la falta de criterio para definir esa fecha, ya que en el neumático se encuentra la fecha de fabricación.
Es probable que haya leído fechas de caducidad de dos, cuatro, seis años,… Nosotros recomendamos que a los dos años se inspeccionen ya que a partir de esa fecha tus neumáticos pueden cristalizarse, cambiar la dureza -afectando al agarre- o pueden agrietarse.
Para saber la fecha de fabricación debes mirar el código de cuatro dígitos ubicado en la pared lateral. Los primeros dos números representan la semana en la que fueron fabricados, mientras que los siguientes dos representan el año. Por ejemplo, si aparece grabado “12/15” o “1215” significa que el neumático fue gestado en la semana 12 del 2015. Si tienes problemas para encontrar el número, busca las iniciales “DOT”, seguida de otras letras y números.
Desgaste de los neumáticos
Los flancos del neumático pueden sufrir dos tipos deterioro dependiendo de sus causas. En primer lugar, puede que los dos flancos del neumático estén desgastados. Esto se debe a que la presión es errónea y, por tanto, se produce un mayor roce de los flancos.
En segundo lugar, puede que se produzca un mayor deterioro en un único flanco -ya sea el interior o el exterior-. Esto se debe a que la dirección está mal alineada. Si es hacia dentro, hay un exceso de divergencia, si es hacia fuera, es une exceso de convergencia. En el caso del flanco exterior, también puede deberse a una aceleración excesiva en curvas y giros.
Alineación
Como hemos mencionado anteriormente, una mala alineación de las ruedas puede provocar el deterioro de los neumáticos. La alineación consiste en poner en paralelo las dos ruedas de cada eje y los ejes entre sí. Baches, golpes contra bordillos o una colisión -incluso aunque sea leve o a baja velocidad- pueden causar un desajuste en la alineación.
Dependiendo de si están alineados hacia el interior o hacia el exterior, estaremos ante un problema de convergencia o divergencia. Sin embargo, para alguien que no experto, es complicado de detectar.
Algunos síntomas que tal vez puedas percibir son si tu vehículo se desvía en rectas, si notas una pequeña resistencia en curvas o giros así como vibraciones en el volante. En cualquier caso, para salir de dudas te recomendamos como mejor solución acudir a un servicio postventa donde profesionales podrán examinar tu alineación.
Presión
Una presión superior a la recomendada genera que la superficie de contacto sea menor, por lo que el neumático se gastará más por el centro y tendrá menos adherencia. Además, tendremos menos seguridad a la hora de frenar ya que tiene menos superficie de contacto con el suelo.
Una presión inferior a la recomendada generará una superficie de contacto mayor y, por tanto, se desgastará más, sobre todo por los flancos.
Para saber cuál es la presión correcta que debe tener los neumáticos, hay que mirar la presión recomendada por el fabricante. Esta viene puesta en un adhesivo en la puerta del conductor; aunque también podemos encontrarla en la tapa del depósito del combustible. Como última opción, se puede encontrar en el manual del vehículo.
Se puede comprobar la presión con un manómetro, bien en una gasolinera o en un taller. Siempre hay que consultarlo antes de empezar la conducción, con los neumáticos en frío y hay que prestar especial atención al manómetro utilizado pues debe estar correctamente calibrado para certificar con exactitud que la presión que te indica es la adecuada. Por esto, una vez más, te recomendamos que acudas a tu taller de confianza.
Cambia tus neumáticos
Si has realizado alguna de las comprobaciones que te hemos aconsejado y has observado que debes cambiar tus neumáticos, te animamos a pasarte por nuestro Servicio Oficial Peugeot donde podrás disfrutar de 2×1 en neumáticos de primeras marcas.